¿Niños y jóvenes infuencers?

"Deja que tus hijos sean influencers".

Hace poco vi una entrevista de Oso Trava a Rodrigo Herrera (CEO de Genomma Lab) donde este último repetía una y otra vez lo de dejar a los hijos ser influencers. Me pareció una declaración muy ignorante y peligrosa.

Ignorante: porque para ser influencer se requiere experiencia.

Hoy estamos llenos de influencers pero no todos tienen el mismo impacto. Más allá del número de seguidores, la relevancia de un influencer se consuma a partir de su experiencia de vida, algo que los jóvenes aún no tienen. Ojo, no subestimo su capacidad, creatividad o dedicación, pero todos los que buscamos un influencer lo hacemos porque tienen más experiencia que uno mismo.

Peligroso: porque una sociedad que se dedica a un solo rubro, termina por desequilibrarse.

Les pongo un ejemplo: si en una sociedad no hay carpinteros, ¿quién fabricará nuestros muebles? El gran riesgo está en los oficios que nos permiten vivir la vida ordinaria (pan, tortillas, plomería, carpintería, maquila, agricultura, ganadería, etc.); digamos que sin influencers podemos sobrevivir, pero sin oficios no.

¿Qué será de una sociedad principalmente dedicada a crear contenido? Mucho riesgo cultural, ¿no?

Sin mencionar que si fincamos nuestra vida en relaciones digitales, no hay cohesión social, y hay mucha soledad.